dieta
Uno va asimilando conceptos nuevos según transcurren mis minutos de vida y según voy despertando de mi letargo propio de los neonatos. Cada vez voy sabiendo mas como desenvolverme por este extraño mundo, y voy conociendo mas palabras.
La última que he conocido (pero no asimilado) ha sido tras una nueva visita al pediatra. Es curioso esto de ir al pediatra... Me desnudan, me manosean, me ponen encima de una báscula, toman nota de algunos datos, hablan sobre mí como si yo no me enterase, todo sonrisas y buen rollo.
Total, que según parece he engordado en mi tercera semana de vida unos 320 gramos, que debe ser algo exagerado por los comentarios que he oido. Todavía desconozco lo que son las matemáticas, pero si mis cálculos no me fallan, sumando estos 320 gramos a los 3,2 kg que tenía a los 15 días, hacen un total de 3,52 kilos. Espero no equivocarme que todavía no controlo lo de sumar con los dedos.
A mi no me parece mucho peso, pero me 'han puesto a dieta'. Maldita palabra esta.
Al principio pensaba que sería algo bueno, pero ya he comprendido que lo de ponerse a dieta es que no te dejan comer mucho... cuando yo lo único que tengo durante día y noche es hambre y sueño. La enfermera ésta me ha caído mal. Mira que no dejar a mi madre que me aumenten la dosis... Ale, me toca estar al menos durante una semana mas sólo a 90 ml cada biberón... Y yo me quedo con hambre!!! Y parece que mis padres le van a hacer caso a la tipeja ésta. Y mira que les lloro para que se enteren de que me quedo con ganas de mas, de que mi buche aceptaría encantado aunque sean otros 30 ml mas de agua con leche. No pido un entrecot, solo un poco mas de leche, pero no hay forma.
Mis esperanzas quedan para cuando pueda ingerir alimentos sólidos, donde ya no podrán controlarme tanto lo que tomo o lo que no tomo. Vengo de dos familias donde el buen yantar es marca de la casa, y espero poder seguir la tradición...
Al menos en cuanto al sueño no me han puesto restricciones y puedo seguir durmiendo a mi antojo...
La última que he conocido (pero no asimilado) ha sido tras una nueva visita al pediatra. Es curioso esto de ir al pediatra... Me desnudan, me manosean, me ponen encima de una báscula, toman nota de algunos datos, hablan sobre mí como si yo no me enterase, todo sonrisas y buen rollo.
Total, que según parece he engordado en mi tercera semana de vida unos 320 gramos, que debe ser algo exagerado por los comentarios que he oido. Todavía desconozco lo que son las matemáticas, pero si mis cálculos no me fallan, sumando estos 320 gramos a los 3,2 kg que tenía a los 15 días, hacen un total de 3,52 kilos. Espero no equivocarme que todavía no controlo lo de sumar con los dedos.
A mi no me parece mucho peso, pero me 'han puesto a dieta'. Maldita palabra esta.
Al principio pensaba que sería algo bueno, pero ya he comprendido que lo de ponerse a dieta es que no te dejan comer mucho... cuando yo lo único que tengo durante día y noche es hambre y sueño. La enfermera ésta me ha caído mal. Mira que no dejar a mi madre que me aumenten la dosis... Ale, me toca estar al menos durante una semana mas sólo a 90 ml cada biberón... Y yo me quedo con hambre!!! Y parece que mis padres le van a hacer caso a la tipeja ésta. Y mira que les lloro para que se enteren de que me quedo con ganas de mas, de que mi buche aceptaría encantado aunque sean otros 30 ml mas de agua con leche. No pido un entrecot, solo un poco mas de leche, pero no hay forma.
Mis esperanzas quedan para cuando pueda ingerir alimentos sólidos, donde ya no podrán controlarme tanto lo que tomo o lo que no tomo. Vengo de dos familias donde el buen yantar es marca de la casa, y espero poder seguir la tradición...
Al menos en cuanto al sueño no me han puesto restricciones y puedo seguir durmiendo a mi antojo...
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