adrián casas frías

el otro día ya os conté algo sobre todo esto de la vida social pero no sé si lo terminé de explicar todo. Y es que es un concepto harto complejo del que poco a poco me voy familiarizando, pero no del todo... supongo que será por mi todavía nula capacidad de abstracción.


lo que sí parece es que desde que yo he llegado mis padres han visto como su vida social ha crecido y casi de forma exponencial: mas visitas, mas llamadas recibidas, mas ajetreo, mas salidas de casa...

por mi parte ya empiezo a acostumbrarme a que la gente que no conozco invada mi burbuja social, que me toquen, me echen su aliento y me hablen de esa forma que los adultos hacen para hablar con los niños tan forzada. Al principio cuando abría los ojos y me veía un careto extraño a menos de un palmo mi frecuencia cardíaca subía, ahora ya lo voy llevando mejor, pero sustos me sigo llevando.

pero la vida social va mas allá de gente que me atosiga. El haber recibido litros y litros de colonia nenuco también es vida social. Eso y que voy a oler a nenuco hasta el día de mi comunión.

Hace cosa de una semana pude vivir lo que viene a ser la apoteosis de la vida social: una boda. Buf, que gentío, y todos alrededor mio. Fotos, tracas, manos que me cogen, voces que me hablan en espera de respuesta... total, que adopté mi mejor postura en estos casos: de lado y durmiendo. Pero no todo es malo, claro. Que a uno le gusta que le digan lo guapo y reguapo que es. Y para demostrarlo dos fotos con dos primitos que espero luego jueguen conmigo cuando sea mas mayor:



Y hace menos tiempo viví otro acto de vida social de enorme magnitud: ir de compras. Meterse en un centro comercial, que pereza, con la de gente que se acumula en estos sitios, las estrecheces y las escaleras mecánicas, los aires acondicionados a toda pastilla y lo lejos que quedan de casa. Nada, de momento no me convence esto de ir de compras, mas que nada porque no puedo elegir yo lo que quiero, me tengo que conformar con lo que me den.

Pero ahora os voy a contar un secreto... en realidad toda esta postura que me leéis es pura fachada. Me encanta que me cojan, que me manejen. Estar en el carro o en la cuna está bien para un rato, pero el estar en brazos de alguien es algo que debo aprovechar mientras pueda. Luego con la excusa del peso me van a rechazar, así que ahora toca disfrutar de los brazos de papás, abuelos, tios...

Para acabar y que no todo sea textos y mas textos, hoy os pongo una colección de fotos de gente que tiene la amabilidad de cogerme en brazos, con algunos pasé miedo...












ale, ahora ya sí que hay fotos a diestro y siniestro como me pediáis... todos contentos.